Tuesday 23 October 2018

La Soledad (Parte 1)


¿Qué es la soledad?
Definida, soledad significa carencia de compañía. Se me ocurren varias distinciones incluso en una definición que parece, en principio, sencilla:

  1. Soledad voluntaria y soledad involuntaria.
  2. Soledad fáctica, soledad emocional y soledad mental.
  3. Soledad positiva y soledad negativa.
  4. Soledad real y soledad virtual.
  5. Soledad positiva, soledad natural y soledad divina.
  6. Soledad como acto, como suceso, como acción, como omisión, como actividad y como proceso.
  7. Y tantas otras…


Lo decía ya Aristóteles hace generaciones. El ser humano es un zoon politikón o un animal social. Según el filósofo, no solamente vivimos con otros en sociedades (la más pequeña, la familia) sino que necesitamos hacerlo para crecer, desarrollarnos como individuos, y siendo extremo, hasta para seguir viviendo.

En las sociedades actuales contamos con tecnologías que facilitan y maximizan las posibilidades de evitar la soledad. Desde medios de transporte hasta la internet, jamás ha sido más sencillo para el ser humano estar “conectado” con otros. Sin embargo, la soledad se ha hecho casi endémica globalmente sin diferencia de edades, credo, nacionalidad. La soledad no discrimina.

Soledad voluntaria y soledad involuntaria
En principio, sencillo es distinguir una de la otra pues la diferencia radica en la intención de quien se encuentra en ese estado. Si el individuo se encuentra solo intencionalmente, si ha decidido pasar su tiempo solamente con la propia compañía, la soledad es un acto voluntario respecto al sujeto y una omisión involuntaria respecto al objeto (aquí se objetiva al otro en la relación puesto que la intención del sujeto que actúa es condición necesaria y suficiente para la soledad en este caso en particular).

La soledad es involuntaria cuando el sujeto en cuestión se encuentra (o se siente, o se piensa, como veremos luego) sin compañía y esta decisión es tomada por otro sujeto (con o sin intención). Esto es, el sujeto A no cuenta con la compañía del sujeto B puesto que el sujeto B ha decidido no estar en compañía del sujeto A o, simplemente, por otras circunstancias ajenas a la intención del sujeto B, no comparte tiempo y espacio con el sujeto B. Sin elaborar exhaustivamente la intencionalidad del segundo sujeto (ausente) lo importante aquí es que el primer sujeto se encuentra en un estado de soledad provocado por otro sujeto. Aquí el otro no es objeto sino sujeto pues su intención puede ser una variable. En consecuencia, el segundo sujeto (ausente) no es cosificado por el primer sujeto (solitario).


Soledad fáctica, soledad emocional y soledad mental
La soledad fáctica, tanto voluntaria cuanto involuntaria, tiene que ver con el estado de cosas que rodea al sujeto. En este caso, el sujeto se encuentra fácticamente sin compañía (independientemente del tiempo de duración y el espacio donde se produzca la ausencia del otro). El hecho que la soledad se produzca de acuerdo a la intención del sujeto o no es irrelevante para esta clasificación. La soledad fáctica se refiere simplemente a la ausencia de compañía alguna.

Soledad emocional. Ejemplos de este tipo de soledad son casos en los que el individuo se siente solo cuando se encuentra en compañía de otro u otros (por ejemplo, pareja, amistades, colegas, espacios públicos, etc.). El individuo reconoce la presencia física del otro. Sin embargo, este mismo individuo siente la ausencia del otro.
Aquí es cuando el camino se hace sinuoso, menos claro. ¿A qué nos referimos cuando sentimos la ausencia del otro pese a que el otro está físicamente con nosotros?

Soledad mental. Similar a la soledad emocional, el estado de cosas nos encuentra con otro u otros. Fácticamente, el sujeto se encuentra acompañado o, al menos, rodeado de otros. Puede existir incluso interacción entre el sujeto que se piensa solo y el otro (por ejemplo, diálogo, simplemente escuchar con empatía al otro, etc.). De todas maneras, el primer sujeto, el que se piensa solo decide consciente o inconscientemente que el otro no es compañía. Nuevamente, una pregunta se plantea: ¿A qué nos referimos cuando pensamos la ausencia del otro pese a que el otro está físicamente con nosotros?

Dos preguntas surgen al menos de esta sección:

1       ¿A qué nos referimos cuando sentimos la ausencia del otro pese a que el otro está físicamente con nosotros?

2       ¿A qué nos referimos cuando pensamos la ausencia del otro pese a que el otro está físicamente con nosotros?


Palabras, conceptos, que se me ocurren para elaborar las respuestas: volición, intelecto, empatía, conexión, confianza, intención, sujeto, objeto, ego, inferioridad, superioridad, miedos.
El próximo post seguirá evaluando estas preguntas y el tema general de la soledad.

Jorge Emilio Núñez
Twitter: @London1701

23 de octubre de 2018