Thursday 28 September 2017

Cartas a mi. OCHO: Lo que te rodea es parte de ti


Intuir, saber que mi entorno es el reflejo de quien soy, que el exterior no es más ni menos que espejo de mi interior… siempre lo he sabido. Es ahora tiempo de aceptarlo, entenderlo, hacer esa verdad mía, tuya.

Rodeado de cosas inanimadas, de objetos, de otro tipo o especie de ser vivo, pues los elijo, los elijes a cada momento. Sí, elijo, elijes si permanecen o no. O si permanecemos con ellos, o no. Si están en ésta, mi actual existencia, tu actual experiencia, es porque de una forma u otra los hemos elegido, los hemos buscado, o nos han venido y los hemos aceptado. Pues si algo me incomodara, o no llenara mi alma y espíritu, simplemente los dejaría ir.

Así es que recuerda que aquello y aquellos que te rodean, vivos o no a los sentidos, tienen un lugar allí pues tú los escoges y aceptas. Ámalos, abrázalos, pues amándolos, abrazándolos te amas y abrazas a ti mismo.

Y si en algún momento descubres, sientes que algo o alguien tienen poco que ver contigo o simplemente es nocivo, cualquiera sea la razón, suelta amarras. Si puedes alejarte o alejarlo inmediatamente, hazlo. Si no puedes hacerlo en un instante, comienza poco a poco, paso a paso, el primero siendo la aceptación plena, personal, intima, profunda que eso no pertenece a tu entorno, a tu exterior, pues tiene nada que ver contigo. El universo hará el resto.

Sin precipitarte. Sé te sentirás ahogado, a veces agotado por alguna situación, algún entorno, alguna persona. Confía en quien te escribe, ten por seguro que si aun está contigo es porque debes aprender alguna lección. EN cuanto lo hagas, la situación se disolverá, esa persona tomará distancia, o más que seguro, tus pasos te llevarán en otra dirección.

Mientras tanto, paciencia. Acepta lo que es y lo que no es. Y lejos hablo de renunciar a tus sueños. Aceptar significa solamente eso, no juzgar tu presente. Mas aceptar y renunciar son dos actitudes distintas. Nunca renuncies a aquello que te mueve el alma. Simplemente ten la templanza de saber que a veces se tarda un poco en llegar. Sigue empujando, caminando, andando. Te aseguro el camino se abrirá de un momento a otro, cuando menos lo esperes, cuando menos busques el cambio. Mientras tanto, disfruta. Si te sientes impaciente, acepta incluso tu inquietud, tu malestar. Y de la nada, todo ese esfuerzo, de repente, florecerá en infinitos frutos.


Manchester, miércoles 10 de agosto de 2016.

Manchester, jueves 28 de septiembre de 2017.

Thursday 21 September 2017

Cartas a mi. SIETE: Lo esencial es invisible a los ojos. ¡Lee El Principito! Hazlo to Biblia


Muy temprano te encontrarás con él. Tendrás diez ó 12 años, quizá. Desde ese tiempo te identificarás, sabrás que habla de ti, y de tu manera de ver, de oler, de tragar, de vivir la vida. Ojos ingenuos, preguntas tan simples como profundas, respuestas esquivas, el encuentro con el otro sin condiciones, sin definiciones, sin rangos, números u honores. El ser simplemente siendo.

Por cierto, de tanto en tanto parecerá que sus palabras olvidas. LA vida misma, esa inimaginable sucesión de hechos y acontecimientos esperados y no tanto te llevarán por caminos y a personas que lastimaran tus alas, intentarán quitar brillo a tu luz, aire a tus pulmones, horizonte a los sueños. No te pierdas. Busca la brújula. Simplemente relee sus páginas, visítalo, llévalo contigo. Y es que, tan simple, tan bello, te guiará en momentos claros y obscuros, con palabras tan sencillas como ciertas.

Camina uno y mil caminos sin temer. Escala una y mil montañas. Vuela alto y más alto. Y si te toca de bajada, hasta allí abre los ojos y el corazón. Hay un lugar… en algún momento lo buscarás. Cuanto más lo busques menos aparecerá. Es tan evidente. Está tan cerca. Está allí, en ti, en el otro, en el todo. Cuando hagas tuyo el secreto a voces te comprenderás a ti tanto como comprendes como comprenderás al prójimo. Pues él simplemente reflejará lo que tu esencia es. Nada más. Nada menos.

“Lo esencial es invisible a los ojos.” Tú ya lo sabías, lo hemos sabido siempre. Y, sin embargo, en El Principito, Antoine ha logrado darle título, nombre a como tu sientes, eres… te ha definido en una frase. Recuérdalo. Lo accidental es eso, accidente. Quien eres, quien es el otro es algo diferente. No te dejes atrapar por lo externo. Ve más allá, o más acá, con esa capacidad innata y eterna que tienes.

Un tarde de sol caminando por la playa, una mañana de lluvia contemplando las gotas arrojarse sin intención contra la ventana para reventarse de un solo golpe y dejar de ser, la sonrisa de un niño, el pelo gris de Mamá, los ojos muchos de las audiencias por el mundo, los anhelos no escritos, no hablados de tantos que conocerás aquí, allá y más allá. Pequeños y grandes, altos y bajos, pocos y muchos… todos, absolutamente todos y todo estamos de alguna manera inexplicable conectados. Tú lo sabes. Yo lo sé. Lo sabemos. Es tan obvio como está escondido debajo de la superficie, de lo aparente. Confía en tus sentidos, pero por sobre todo, confía en esa especie de intuición, esa voz, esa vibración que te acompaña.

Observa a través. Deja que la esencia del otro, de las cosas, del absoluto se abra ante ti y maravíllate sin juzgar. Si tú estás dispuesto, si mantienes los ojos abiertos, ávidos de magia y aventura, se te entregarán constantemente, te alimentarán, te soplarán brisas buenas debajo de las alas.


Playa del Carmen, domingo 10 de julio de 2016.
Manchester, jueves 21 de septiembre de 2017.

Tuesday 19 September 2017

Cartas a mi. SEIS: Ámate, ten paciencia contigo.


Tus pies te llevarán a donde tu corazón diga. Y cuando estén cansados, tu corazón te hará volar. El horizonte estará allí esperándote. Camina, vuela, sueña. Es cierto, de tanto en tanto hasta las alas pueden cansarse y la visión, confundirse. Tendrás momentos de incertidumbre, quizá. El horizonte se verá borroso, o no se verá, tal vez. Es en esos momentos en que debes ser tu mejor amigo. Ámate, lo digo en serio. Tente paciencia. Sigue caminando, volando, o estate quietecito. Solamente el tiempo te ayudará a develar hacia donde. En uno u otro caso, mantener la calma, estarte allí contigo mismo aun en movimiento, acompañarte si exigirte, sin juzgarte será clave.

Si no te tienes paciencia, si te apuras, pues lo borroso seguirá, y te sentirás aun más perdido, mareado, atosigado. Pues no solamente no vislumbrarás horizonte a seguir, sino que también perderás noción de donde has venido o porque te dirigías hacia donde lo hacías. Con esto no digo que mires atrás. Tu vista siempre adelante. Mas sí te insisto, ten presente, recuerda siempre de donde has venido, de donde estás viniendo, donde empezaste. No descuentes el camino recorrido aunque lo debas desandar. Pues es el camino recorrido, llano y perfecto o con altos y bajos el que te ha hecho quien eres, quien serás, quien soy. Con todo lo bueno y todo lo malo que tienes, tenemos.

Así que la próxima vez que estés o te sientas sin rumbo (que son dos cosas bien distintas), perdido, déjate perder en la inmensidad del universo y el tiempo, aunque físicamente estés allí y ahora. Nada más maravilloso que comenzar una hoja en blanco sin saber que o a quien escribirás. Así que si te amas, si te tienes paciencia en esos momentos, evitarás confundirte y hacerte daño inoportuno, innecesario, y esa misma luz, tu luz, aclarará hacia donde.

No te atiborres. Más bien, continúa siendo aunque no hagas. Pues el hacer no te define; es aquello quien eres aquí y ahora que lo hace. Cuando soledad y silencio sean tus compañeros (lo serán, te lo aseguro) no les temas; por el contrario, abrázalos, déjalos abrazarte, y se uno con ellos, en comunión absoluta. Además de ti, son dos grandes y fieles amigos que sabrán aconsejarte bien si los escuchas. Vacíate de ti mismo, de experiencias, de lo pasado, y comienza de nuevo. Sí, una y otra vez. A fin de cuentas, eso es la vida también. Una sucesión infinita de aventuras y desventuras.

Ahora, se tú. Disfruta de las cosas simples, que son las más bellas, mímate, quiérete, acompáñate, ámate, tente paciencia siempre. Comparte, reparte, fluye en cada momento, en cada lugar, en cada situación aunque parezca que no hagas. La cuestión no es hacer. Es, ha sido, será simplemente ser. Cada día un poco más. Que a pesar que ese poco más de ayer parezca haber sido ínfimo, sin importancia, es el que te ha traído hasta hoy.

 
Playa del Carmen, martes 05 de julio de 2016.
Manchester, martes 19 de septiembre de 2017.