Intuir,
saber que mi entorno es el reflejo de quien soy, que el exterior no es más ni
menos que espejo de mi interior… siempre lo he sabido. Es ahora tiempo de
aceptarlo, entenderlo, hacer esa verdad mía, tuya.
Rodeado
de cosas inanimadas, de objetos, de otro tipo o especie de ser vivo, pues los
elijo, los elijes a cada momento. Sí, elijo, elijes si permanecen o no. O si permanecemos
con ellos, o no. Si están en ésta, mi actual existencia, tu actual experiencia,
es porque de una forma u otra los hemos elegido, los hemos buscado, o nos han
venido y los hemos aceptado. Pues si algo me incomodara, o no llenara mi alma y
espíritu, simplemente los dejaría ir.
Así
es que recuerda que aquello y aquellos que te rodean, vivos o no a los
sentidos, tienen un lugar allí pues tú los escoges y aceptas. Ámalos, abrázalos,
pues amándolos, abrazándolos te amas y abrazas a ti mismo.
Y
si en algún momento descubres, sientes que algo o alguien tienen poco que ver
contigo o simplemente es nocivo, cualquiera sea la razón, suelta amarras. Si
puedes alejarte o alejarlo inmediatamente, hazlo. Si no puedes hacerlo en un
instante, comienza poco a poco, paso a paso, el primero siendo la aceptación plena,
personal, intima, profunda que eso no pertenece a tu entorno, a tu exterior,
pues tiene nada que ver contigo. El universo hará el resto.
Sin
precipitarte. Sé te sentirás ahogado, a veces agotado por alguna situación, algún
entorno, alguna persona. Confía en quien te escribe, ten por seguro que si aun está
contigo es porque debes aprender alguna lección. EN cuanto lo hagas, la situación
se disolverá, esa persona tomará distancia, o más que seguro, tus pasos te
llevarán en otra dirección.
Mientras
tanto, paciencia. Acepta lo que es y lo que no es. Y lejos hablo de renunciar a
tus sueños. Aceptar significa solamente eso, no juzgar tu presente. Mas aceptar
y renunciar son dos actitudes distintas. Nunca renuncies a aquello que te mueve
el alma. Simplemente ten la templanza de saber que a veces se tarda un poco en
llegar. Sigue empujando, caminando, andando. Te aseguro el camino se abrirá de
un momento a otro, cuando menos lo esperes, cuando menos busques el cambio.
Mientras tanto, disfruta. Si te sientes impaciente, acepta incluso tu inquietud,
tu malestar. Y de la nada, todo ese esfuerzo, de repente, florecerá en
infinitos frutos.
Manchester,
miércoles 10 de agosto de 2016.
Manchester,
jueves 28 de septiembre de 2017.