Siempre lo
has hecho. Nunca has podido ver color, religión, cultura o acentos en otros. Es
como si fueras ciego a los accidentes que traen consigo. Y, sin embargo, tienes
una capacidad innata de ver a través de la gente. A la manera de El Principito,
has sabido siempre utilizar los ojos del corazón para ver al otro.
Es cierto,
encontrarás algo de resistencia, te confundirás cuando estés frente al
intolerante. ¿Qué ves? ¿Qué sientes? Sí, esa será una prueba en tus años
medianos. Discutirás contigo mismo. Sentirás que estás fallando. Pero,
permítete aprender de ti mismo. Se paciente, y aun más contigo. Si el
intolerante te produce rechazo, pregúntate porqué. O ves algo en él que refleja
tu ser, o simplemente no entiendes como alguien es así. Creo, animo a escribir,
que es esto último.
Pues si es
así, recuerda que no está en ti entenderlo todo, mas aceptarlo cuando no puedas
cambiarlo y, en lo posible, hacerlo a un lado. Sin caer en una de ambos
extremos, es decir sin ser tolerante con el intolerante, o ser como él,
intolerante recíprocamente, mas bien te sugiero que cuando el intolerante se
presente, acepta esa presencia y déjala fluir, hazla a un lado, deja que siga
su camino. El tuyo, pues bien lo sabes, conducirá por la tierra de la aventura,
la magia la luz. Y si en algún momento y en algún lugar el tuyo y el camino del
otro se han cruzado, es tan solamente eso, un cruce del que aprendes y que
dejarás atrás.
Comencé a
escribirte estas letras en Playa del Carmen, el martes 28 de junio de 2016. De allí
he andado por Inglaterra, China, Italia, Colombia, Perú, Argentina… Hoy viernes
30 de junio estoy escribiéndote desde Inglaterra. Poco más de un año después que
empezara a hacerlo. Parece mentira, como dicen. Pero es cierto, ahorita mismo
que te escribo me doy cuenta que ha pasado ya un año. Han pasado aventuras y
desventuras, tiempos vivos, tiempos muertos. Solo y acompañado. La compañía ha
sido de lo más variada. Este año sintetiza tu vida. Desde encapuchados saliendo
de Aracataca hacia Santa Marta hasta presentaciones de tu libro en las
Universidades más prestigiosas. En todos los casos, has hablado de la misma
manera, has tratado al otro de la misma manera, has sido el mismo. Pues, como sé
hoy que te escribo, como sabes ayer que me lees, pese a las diferencias, a los
accidentes externos, cada persona que has conocido, con la cual has cruzado
caminos, moradas, palabras es tan simplemente, tan verdaderamente otro ser como
tu con su propia historia y, a la vez, la misma, la común a cada uno.
Rescata
aquello que nos hace diferentes recordando siempre que no eres menos ni tampoco
más. En esencia, eres lo mismo. Y vienes a esta existencia a traer aquello que
de alguna manera te hace distinto pero que, justamente, te hace parte esencial
del todo.
Playa del
Carmen, martes 28 de junio de 2016.
Manchester, viernes 30 de junio de 2017.