Wednesday 1 March 2017

Cartas a mi. TRES: Se paciente con tus hermanos

Los amarás toda tu vida, son lo más cercano que tienes a Mamá y a Papá. Y, pese a la distancia, estarán siempre contigo.
Te desilusionarán, y quizá tú a ellos, los desilusionarás. Pero, de una u otra forma, acéptalos, ámalos, tenles paciencia. Recuerda que eres y serás el mayor, así que guíalos. Parece pesado. Lo será a veces, pero el vínculo entre los tres es eterno, más allá que aquí y ahora, íntimo, sublime, incondicional.
No escribo estas palabras a manera de poeta, o para despertar emoción alguna. Más bien, lo hago a manera de relatar hechos, hechos que no por ser simples dejan de ser importantes, verdaderos. Y sí, es un hecho que no elegimos a la familia… la familia es aquella que nos toca. Te han tocado dos hermanos que, quizá, no serían parte de tu grupo de amigos si no fuera por los lazos de sangre. Puede que sea cierto. Sin embargo, te aseguro, la íntima relación que los une, ese lazo invisible, dista mucho de ser solamente de sangre. Te sabrán entender como pocos. Te aconsejarán como Mamá y Papá sin reparos, sin pensar en ellos o en su bienestar, pensando sinceramente en ti. Te escucharán sin juzgarte. Es cierto, en algunas ocasiones puede que parezca que lo hacen. Es sólo eso, apariencia, te lo aseguro. En realidad están absorbiendo el impacto de tal o cual noticia. Ten siempre presente que tu no eres fácil tampoco y los caminos a los que te aventuras dejarían a cuadros a más de uno. Entonces, es simple. En estas ocasiones a ellos puede que les tome un poco más de tiempo del que tu necesitas para procesar la información, comprender lo que ese hermano soñador hace o deja de hacer. Nunca te cortarán las alas ni intentarán siquiera hacerlo. Al contrario, cuando y como puedan ayudarán al viento a impulsar tu vuelo. Son parte de tu equipo. Son, de hecho, tu primer y más esencial equipo. Juega con ellos siempre, y nunca en contra. Algo así como el Martín Fierro enseña. Ya me comprenderás cuando repases sus páginas.
AL comienzo compartirán el camino. A un tiempo, el camino de bifurcará. Mas bien, cada uno comenzará a escribir la historia que les es personal. Pero, de una u otra forma, esos caminos separados siempre contarán con puentes aquí y allá para reencontrarse. Está en ti y en ellos construirlos y mantenerlos. Esos puentes serán tan sutiles como fuertes. Algo así como hechos de aire y suspiros y una mezcla de titanio. Estarán allá, acá, y más allá. Hoy que te escribo, ayer que me lees, antes, y siempre. Camina con ellos. Camina solo. En todo caso, ellos caminan en ti y tu en ellos, paso a paso.

Cuando te desilusiones, recuerda que son hermanos. Eso es todo. A tu edad serán solamente tres. En poco tiempo, amigos y demás. Y luego, sus familias. Serás siempre único e irreemplazable para ellos, para sus historias, como ellos lo serán para ti. Recuérdalo.

Plaza Alameda, Ciudad de México, domingo 26 de Junio de 2016.