Se libre, sin ataduras a un lugar o persona. Fluye
con el tiempo y a través de la distancia. Explora, conoce, descubre, maravíllate
de la riqueza que esta existencia ofrece a cada paso. Mantén los ojos de niño,
continúa siendo inocente, curioso, osado, intrépido, inquieto inquisitivo y
siempre respetuoso. Y digo respeto por el otro y por la situación o lugar donde
estés.
Abrázalos sin definirlos. Pues,
al definirlos, al clasificarlos, los limitas. Ve hacia ellos con ojos nuevos, con
brazos abiertos. Ellos te recibirán de la misma manera.
Algunas aventuras las transitadas sin más compañía
que la de tu sombra. Otras, con personas que ya conoces, y tantas más con
personas que harán de ese tiempo algo irrepetible. En cualquiera de estos
casos, te estaré acompañando y El Todo también.
Es algo así como una cinta en
continuo movimiento y tu caminas sobre ella sin moverte en realidad
físicamente, pero viendo el paisaje, a la vez que el paisaje varía en círculos,
cielos y nubes.
Con el tiempo se aclara
el misterio. Mientras tanto sigue caminando, respirando, fluyendo sin juzgar. De
China a México, de Rusia a Perú. Observa constantes y sutiles cambios. Nútrete
de cada experiencia. Observa las diferencias, todas accidentales, y descubre
aquello que nos hace uno. Recuérdalo cada vez y vuelve a hacerlo como lo has
hecho siempre.
Siéntate en silencio. Siéntate al bullicio. En cada caso
permítete hacerte de la situación, se testigo primero y luego parte. Comprenderás
que eres local en cada caso, que eres de allí, que perteneces en cada instante
y en cada lugar.
Habrá momentos, lugares,
gentes, individuos que te recordaran quién eres, y de los que aprenderás. Otros,
los menos, de los que pensarás y sentirás antagonismo y hasta rechazo. En todos
los casos acéptalos como son. Vive la experiencia del encuentro con el corazón
abierto. Déjalos ir y continúa tu camino.
Es cierto que a veces resulta difícil
soltar o esquivar el rechazo. Tendrás que trabajar contigo mismo. Es tu ego y
es el ego de esos otros seres que hacen nacer esa sensación. Si bien existirán costumbres
que chocarán y se enfrentarán contra aquellas con las que has crecido, como
toda costumbre, la tuya y la de ellos, han sido adquiridas.
Discutirás contigo mismo
acerca de los valores, si es que existen valores eternos, absolutos e
inmutables. Te preguntarás cómo puede ser que existan individuos y culturas
enteras comportándose de tal o cual manera. Es una pregunta que aun escribiendo
estas páginas, escribiéndote ahora allá a aquel que fui yo hace tanto, me planteo.
Me preguntó: ¿hallaremos la respuesta? Tenlo por seguro; en esta o en la
próxima existencia. Mientras tanto acepta sin juzgar. Advertencia: esto es diferente a
apoyarlo. Simplemente que ellos sean y tú sigue siendo, y cuando estés en
cualquier lugar por mucho o poco tiempo intenta siempre encontrar algo, alguien
desconocido, nuevo para ti. Investiga, descubre con ojos ávidos de más. Pide al
universo y se te otorgará. La única condición: mente y corazón abiertos, sin
juzgar y con respeto.
El imponer lo que
piensas o cómo lo haces, tus valores, está de más. Acepta al otro como acéptate
a ti mismo. Aunque difieran en puntos esenciales, si estos puntos son
irreconciliables, aprende lo que sientes debes aprender y sigue caminando tu
camino, sigue siendo, y el universo y el otro seguirán siendo. Mas, si te
obstinas en imponer quién eres, tus valores, tus creencias, tu cultura
intentarás cambiar el ciclo de la rueda invisible. Más que imposible, es inútil
pues, aunque pudieras hacerlo esa es misión del Superior, de aquel inaccesible,
misterioso, universal. A ti te toca seguir sin juzgar. Esto no significa qué en
tu camino, tus intenciones y valores serán dejados de lado. Por el contrario,
todos conocen, tú conoces en esencia hacia dónde y cómo caminar. Los demás
también. Ahora bien, si ellos, por la razón que fuere, se apartan de su camino,
tú sigue el tuyo. Respeta esa decisión del otro, tanto al individuo como a una
sociedad entera. Te estarás evitando angustias. Y, después de todo, así como tú
tienes entera libertad de ser, pues ellos también. Repito, si las diferencias son
irreconciliables, si sientes tu energía drenar, apártate de ese individuo o
sociedad, hazlos a un lado gentilmente, remuévelos de tu camino.
Eres un ser de luz y la
oscuridad vencerás. Siempre está en ti conseguir ese balance, casi mágico,
entre respeto, abrazar al otro y respetarte, abrazarte a tí mismo.
Manchester,
martes 13 de septiembre de 2016.
Manchester,
jueves 15 de septiembre de 2016.
Manchester,
martes 20 de septiembre de 2016.
Manchester,
martes 24 de marzo de 2020.
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